Me enseñaste que los celos son traviesos,
que es mitad falta de ceso y mitad inseguridad.
Me enseñaste a ser pareja en libertad.
Me enseñaste que el amor no es una reja
y que es mentira la verdad.
Me enseñaste que abrazada a tu cintura
todo parece una fiesta.
Me enseñaste entre otras cosas a vivir.
Me enseñaste que una duda
puede más que una razón.
Pero fallaste mi gurú, se te olvidó enseñarme
qué hago si no estás tu.
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,
desde Filosofía hasta cómo tocarte.
A saber que el afrodisíaco más cumplidor,
no son los maríscos, sino el amor.
Pero no me enseñaste a olvidarte.
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,
a convertir una caricia en una obra de arte.
A saber que los abogados saben poco de amor,
y que el amor se cohibe en los juzgados,
pero no me enseñaste a olvidarte,
pero no me enseñáste a olvidarte.
¿Dónde se apaga el amor que quedó?
No encuentro el interruptor.
Si hay que aceptar que nuestra historia voló,
¿de dónde saco el valor?
22/10/09
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